La presión
"El que no aguante el calor del horno, que salga de la cocina"Tomemos el ejemplo típico; se juega la final de fútbol, los equipos empatan y se define el campeonato por penales, un error y se pierde todo. Hay jugadores que resisten la tensión y salen airosos, otros se ponen nerviosos y ejecutan con torpeza todo aquello que en los entrenamientos hacían fácil, eficiente y fuido.
Ni hablar de que la vida fuera el precio de la derrota como era el caso de los gladiadores, eso sí que era combatir bajo presión. Sin embargo al hacer la comparación la presión que sufrían estos bravos luchadores se presenta como lógica y comprensible, pero la presión que sufre el jugador de fútbol se nos hace más oscura y enigmática, es entendible, pero es difícil explicar las causas de la misma, y el que no puede trabajar sobre las causas del problema seguramente se quedará a mitad de camino en la búsgueda de la solución.
Jimmy Connors decía: Donde hay presión, hay una oportunidad
Frente a la amenaza, el jugador que se presiona siente que su rival se agranda
mientras que él se hace cada vez más chiquito e impotente
También existe presión cuando se es favorito. Porque el que juega tiene que ganar, el Otro espera que gane, y según la lógica del sujeto presionado al Otro no se lo puede frustrar. (A quien representa el Otro ?, nada menos que a los padres de la infancia) Y en un acto de rebeldía interior el sujeto suele fallar, por ejemplo tira el penal afuera, pero esa rebeldía no le garantiza alegría pues quedará tan frustrado como su público. Hay que resolver el problema psíquico interior, es decir desprenderse de los padres de la infancia en el inconciente, para poder ser libre y decidido en el deseo sin que importen los demás.
Un referee enfrenta simultáneamente las presiones de los jugadores, de las hinchadas de los dirigentes, de la Asociación, del periodismo y de la televisión
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